Tuvimos la oportunidad de visitar las ruinas de Jesús de Tavarangue, Santísima Trinidad del Paraná y San Cosme y San Damián.
Me encantaron sus espectaculares paisajes, donde la tierra roja tatúa las dilatas praderas y bosques, en medio de añosos yerbales, cultivos de soja, con pobladores de tez mate y otros de cabellos color oro.